sábado, 9 de diciembre de 2017

ACTUALIDAD VILLALPANDINA.


   Dado que en La Opinión digital de hoy, no me han permitido colgar un comentario, sumándome a los novedosos y brillantes elogios que la periodista prodiga  a la celebración inmaculista, hecho mano de este medio parar narrarles a ustedes mis sentimientos y mi información. Es un honor que en periodicucho tan amarillo, me hayan vetado.

   Para mí, lo más bonito de todas estas fiestas es saludar, convivir, conversar con los de dentro y los de fuera: ¡que ya te leo en el blog!; que te he oído en RNE... ¿que, qué pasa con el agua?; ¿ya no tienes pimientos?. Riquísimos...

   De los toros bajo cero y de Astauyvi, ¡olé!. Pueden buscar en   "yiuctuc" toda la faena de Diego. Fue lo mejor. Esos muletazos, por sí solos, ya justifican la celebración del "Toro de la Purísima".

   De los quintos: que se portaron de maravilla. Se divirtieron sin una gamberrada, sin una molestia al vecindario...

     La hoguera bien. Ecológica. Es digno de elogiar, y mi elogio es sincero, que en lugar de talar carrascos de encina, hayan quemado restos de poda de los árboles ornamentales, setos y algún palé inservible.

      ¡Pero amigo!: nada comparable con la procesión. Allí estaba lo mejor del pueblo. Vi a algún individuo, en una actitud tan fervorosa, rezando el rosario con el primo de al lado, que bien a las claras se veía su bondad interior, sus virtudes, sus buenas acciones, su humildad, su pobreza por dar todo a los pobres, llevada con dignidad.

    ¿Y las autoridades?: ¡lástima que faltaran ocho de los trece alcaldes!; ¡lástima la ausencia de dignos  cargos públicos provinciales, que nunca faltaba!  Peor para ellos. Así no se contagian de la inmaculez de los locales. Tampoco eran necesarios los siete concejales restantes. Bastaba con el del bastón, escoltado por la guardia civil.. Él solo posee suficiente representación, capacidad e inteligencia para gobernar a un pueblo. Al verlo en el medio, entre los civiles, me llevé un susto! ¡Qué no, que solo era en la procesión..! Es que yo me creía que estábamos en un estado aconfesional. De todos modos la benemérita luce mucho, le da mucha solemnidad a la procesión. 

     No cabe duda de que esto es la reserva espiritual de Castilla y León. Aquí se mantienen las excelsas tradiciones. Aquí podría seguir filmando Berlanga esa visualización de las fuerzas vivas: Cura, Alcalde y Guardia Civil, que tantos bienes siempre han prodigado a los lugareños...

    ¿Y lo del agua?: ¡joder!, ¡qué impacientes! Si para la pila del "agua bendita" da igual que tenga arsénico.

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      El pasado día seis, y esto es más serio, falleció, rodeada de su familia, Pilar Infestas Mazariegos. Era la esposa del buen amigo, buena persona, buen carpintero y tallista (donante de su arte para la carroza del Nazareno) Macario Gago. Recibieron muchos consuelos, y sinceros, de familiares y amigos.
 
 

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