lunes, 30 de octubre de 2017

ERA UN BUEN AMIGO Y UNA BUENA 'PERSONA.


        Ya siento que este blog esté tan lleno de notas necrológicas, pero por otra parte es justo ir dejando memoria de quienes convivimos en este pueblo..

         También intento hacer justicia narrando las virtudes de las personas que fallecen, si bien huyendo del tópico del "llegó la hora de las alabanzas" como es el caso de VICTORIANO SINDE ALLENDE.

        Daba gusto conversar con él. Y ya siento no haberlo hecho más. Coincidíamos con frecuencia por los bares a mediodía. La  última vez en el Avenida. Otras veces en los pésames. De ahí, que aún sabiendo su edad, al verlo tan vital, tan en plena forma, se reciba con más tristeza la noticia de su rápida enfermedad, de su fallecimiento.

       Estaba deseando pegar la hebra: -oye, como tienes de flores los almendros, que buenón estaba el trigo y cómo se va secando, y no llueve; ¡mira que como se han puesto los girasoles...!

        Y es que él se pegaba un buen paseo a diario por la Carretera de Quintanilla, y se fijaba en todas las tierras.

         Como siempre me he interesado por la peripecia vital de las gentes de mi pueblo, y de los vecinos, le hacía preguntas. Él, con mucho gusto y amenidad me contaba su vida.

         Si es que resulta que su padrastro, Ambrosio de la Puente, "Cencerrilla", había formado parte, junto con mi abuelo de la Junta Directiva del Partido Republicano Radical Socialista. Y de este hombre, de cuando iba a sacarle el orujo (pisaba allí en un portalón) guardo muy buen recuerdo.

        Cómo formaban las escaseces de la infancia: Victoriano, el menor de cuatro hermanos, quedó huérfano de padre a los tres años. Cómo se las arreglaría aquella pobre mujer, en el año 31, para, sin más bienes que una pequeña casica, sacar adelante a los cuatro hijos. Posiblemente la mayor, Palmira, con unos dieciséis años, se pondría a servir.

       Cuando enviudó Ambrosio, sin hijos, pasados unos cuantos años, se casó con la madre de Victoriano. Creo recordar que éste me dijo que él ya tenía unos 13 años.

       -Yo le debo todo a mi tío (así era como se llamaba a los padrastros). Me enseñó a leer, escribir, cuentas. Ni siquiera había podido ir a la escuela. Nos sacó de la  miseríia.

        Me enseñó a trabajar y a ser honrado. Y todos ayudábamos lo que podíamos. Yo empecé a trabajar en la lechería de Cayo. Iba todos los días, sobre los catorce años, a buscar la leche de los pastores de Villárdiga, con las cántaras en un carrico tirado por una burra.

        Se casó joven, como casi todos en aquella época, y con unos brazos como toda riqueza. Recordaba la enfermedad de Isacita, sin lamentos. Simplemente con: ¡cuánto sufrió la pobre!, y me dejó con dos niños pequeños.

        Como muestra de la nobleza de este hombre, voy a contar algo que fue casi una confidencia: -Aquello fue muy duro. Yo andaba de pastor en casa de "Los Chicharros". Entonces estaba empezando la Seguridad Social y no entraban las medicinas. Le pedí a "San Zui" 1.000 pts. de anticipo del sueldo. y me dijo: -Ten dos mil y no me las devuelvas. Lo que hace falta es que tu mujer se ponga buena.

      Y esto me lo contaba Victoriano, como agradecimiento a la acción de aquel solterón de los más ricos del pueblo.

      Él sabía que valía para algo más que andar de pastor a sueldo por el pueblo. Emigró a Barcelona, y como era tío valioso, tuvo un buen puesto de trabajo. Ahorró perrillas. Regresó al pueblo jubilado. Compró y arreglo una buena casa (otra que se cierra), se aviaba perfectamente: todo, limpieza, compra, comida, plancha... Se tomaba sus vinitos a diario; café, partida por la tarde. Tenía el coche siempre flamante. Hacía sus viajecitos...

     Ayer lo comentaba con sus hijos. Siempre las despedidas son tristes. En este caso queda el consuelo de que no ha sido viejo, que ha vivido en plenitud hasta el final, Y que en esos días postreros ha tenido a sus hijos al lado.

      Pues este es mi homenaje a un tío tan majo como era "Vitoriano Cencerrilla".  

     
       

domingo, 29 de octubre de 2017

NO HABRÁ OTRA SEMANA TRÁGICA.


     Puede que pensando en los antecedentes históricos, en los altercados del día del referendum, en las recientes manifestaciones callejeras, haya gente con miedo a que en Cataluña, sobre todo en Barcelona, se va a liar. Ya verán como no. Simplemente porque la situación social, económica y política en nada se parece a la de hace ciento y pico años.

    Finales del convulso y desastroso siglo XIX. Los catalanes están asentados sobre una tierra variada, rica, de buen clima, con abundante fachada al Mediterráneo. De siempre han sido laboriosos, emprendedores. De ahí que, en los años de la revolución industrial, propiciada por el invento de la máquina de vapor, creen, junto a Vizcaya, el primer foco industrial de España, basado en la industrial textil: los telares sustituyeron a las ruecas. Ese fue el embrión de toda la posterior industrialización y del enorme progreso de la región.

   Esa industrialización creó el primer gran proletariado urbano. Empezaron a llegar los primeros inmigrantes. Las condiciones de trabajo eran duras para los obreros: jornadas laborales de doce horas, salarios insuficientes, falta de higiene, de seguridad social. El caldo de cultivo apropiado para que prendiesen las doctrinas marxistas y anarquistas.

   Sin ir más lejos, situémonos en la Restauración, en la llegada al trono de Alfonso XII, 1875. Canovas del Castillo implanta un remedo de Monarquía constitucional, seudodemocrática. Aquellas elecciones dirigidas desde arriba en que, a través del sistema caciquil, se turnaban en el gobierno liberales, Práxedes Mateo Sagasta y conservadores, don Antonio Canovas del Castillo.

   Lástima que aquel rey, que apuntaba buenas maneras, muriera tan joven, a los 28 años, en 1.885. Él podría haber empezado a introducir todas las reformas, todo volverle el cuajo a aquella España, pobre, inculta, siempre consumida por luchas intestinas entre banderías dirigentes.

   Se hace cargo de la corona su segunda mujer, María Cristiana de Hasburgo-Lorena, quien, después de dos niñas, trajo al mundo un niño, póstumo. Aquella pobre mujer estaba en manos de la camarilla cortesana. Los militares seguían siendo el mayor poder. Ocurre el desastre colonial, la pérdida de Cuba en el famoso "noventa y ocho". El turno Canovas, Sagasta no da más de sí. Empiezan a sucederse en los gobiernos, tan breves como inestables, además de los anteriores, Silvela y Azcárraga.

    En 1902, con dieciséis años, es coronado rey Alfonso XIII. La Constitución de 1876 permitía muchas prerrogativas a los reyes, disolver gobiernos, por ej., ¿Qué criterio podía tener un muchacho de esa edad? Enamorado perdidamente de una muy joven princesa inglesa de gran belleza, Victoria Eugenia de Battengerg,  se casa con ella a los veinte años. Empezaron a tener hijos cada año, siete, entre 1907 y 1914, además de dos o tres bastardos. ¡Menos mal! que peluchó uno, el príncipe don Juan, abuelo de nuestro querido monarca actual (nada qué ver con sus antepasados), Felipe VI.

     Alfonso XIII fue un hombre de buenas intenciones, de carácter bastante liberal, incluso diría que buena persona, pero era imposible meter en cintura aquella jauría que era España: crónica y penosa la situación social y económica, pujando con fuerza los movimientos y partidos de izquierdas, dirigentes políticos, sin sentido del estado, o muy escaso empeñados en imponer sus intereses partidistas capillistas, pues todo lo manejaban un puñado de dirigentes en cada facción. Cincuenta gobiernos desgobernaron España, contando el lapsus de la dictadura de Primo de Rivera, 1023-1929, durante los veintinueve años del reinado de Alfonso XIII.

    Tan pronto formaba gobierno Silvela, como Azcárraga, Villaverde, Maura (este cinco o seis veces), Montero de los Rios, Álvaro de Figuerosa, Moret y  Eduardo Dato (también repetidores) o Canalejas. Y más nombres que no cito por no ser exahustivo, que esto no es la Wikipedia.

     La desgracia fue que los dos con más sentido de Estado, murieron en atentados terroristas. Canalejas pudo haber remediado la situación.

     La doctrina anarquista caló en masas obreras catalanas, quienes al no conseguir sus reivindicaciones, comenzaron a apelar a la violencia. El anarquismo para sus jóvenes seguidores era un religión, por la que estaban dispuestos a dar la vida. Total: para vivir tan oprimidos como vivían... También en Villalpando, en el 36 esas ideas anarquistas le costaron la vida a unos cuantos muchachos

      Los anarquistas atentaron en Barcelona contra el general Martínez Campos; arrojan una bomba en el teatro del Liceo y mueren veinte personas; otra al paso de la procesión del Corpus que mata a catorce. En Madrid, además de los políticos dichos, se cargaron a Canovas del Castillo, ya anciano; atentaron a la carroza nupcial en la boda de Alfonso XIII, después otras dos veces; también habían atentado contra su padre.

     Como no se supo quién había lanzado la bomba del Liceo, los "tribunales" y militares abrieron proceso contra todos los sospechosos, que lo fueron todos quienes tenían alguna significación libertaria. A cerca de cien encarcelaron en Monjuit. No sé si sesenta o más, a base de las más insufribles de las torturas, acabaron declarándose autores. Al final fusilaron a seis o siete.
 
      Aquel proceso de Monjuit, espoleado durante años por la prensa  progresista, o quien se hacía pasar por tal, como el populista e inmoral Alejandro Lerroux, fue utilizado como ariete contra la Monarquía.

     ¡Bueno!: pues ya ven como estaba el patio entre finales del XIX y primeras décadas del XX. Y con esa situación, ya no recuerdo a qué Gobierno de Alfonso XIII, uno de Maura debió ser, se le ocurre en 1909 participar en el intento de colonización de Marruecos, para el que alistan a los soldaditos pobres, los que no tenían dinero para pagar la cuota que libraba del servicio militar.
   
       La gota que colmó el vaso: insurrección general en Barcelona: huelga general, quema de conventos, barricadas, enfrentamientos sangrientos en las calles; últimos de julio primeros de agosto de dicho 1909. Muchos daños materiales, setenta y cinco muertos civiles y tres militares. Fusiles, cañones  y caballos contra tirachinas...

      Pero ahora, superadas tantas dificultades y errores históricos, en España vivimos en paz, en democracia, en una sociedad del bienestar, con derechos sociales, educación, sanidad universales..., No quedan anarquistas ni comunistas hambrientos de pan y justicia. Esos rabiosos de la CUP , de Podemos, de ERC, se limitan a ladrar mentiras y demagogias en los debates, como anoche en la Sexta. Tienen buenos sueldos, y con la barriga llena nadie es revolucionario. Además su ideal de la "república catalana", ni es tan grandioso ni tan vital como el de anarquistas, comunistas y socialistas que salieron a las calles en la Semana Trágica.

     Además los agitadores de ahora, ni tienen el predicamento, ni el campo abonado que tenían, Lerroux, Pablo Iglesias, el viejo, Ferrer, Durruti,...,

     Y lo más reconfortante, espejo de lo ocurrido en la transición: la grandeza de Pedro Sánchez (lo cito en primer lugar, por ser quien ha hecho mayor sacrificio); Rajoy y Albert Rivera, la grandeza digo de llegar a un acuerdo para frenar la secesión.

     Ayer sábado, recién implantado el 155, las calles de Barcelona eran una balsa de absoluta normalidad. En estos momentos hay miles y miles de manifestantes que quieren paz, tranquilidad, prosperidad y seguir en España.

     Espero y deseo que igual que el cese y traspaso de Trapero se ha hecho con toda la normalidad, así va a ocurrir más o menos. Ya verán como nada que ver con aquella "Semana Trágica".


       

sábado, 28 de octubre de 2017

ESPAÑA CAMISA BLANCA...


    Perdonen que, en medio del aluvión de noticias sobre Cataluña, servidor también les hable de ello. Si lo hago es por aportar mi visión particular, que quiere ser optimista e intenta ser pedagógica, aportando reflexiones no escuchadas a tertuliano alguno. Y he seguido todo en directo, zapeando entre las "Sexta" y "24 horas".

   Nunca me ha asustado el proceso, más me preocupa la sequía, y, sobre todo, a partir de cuando empezaron a largarse las empresas, de la gran manifestación constitucionalista  del domingo ocho de octubre, (magníficos Vargas Llosa y Borrell, los escuché en directo) y de todo el respaldo mundial al gobierno de España, empecé  a estar aún más tranquilo.

    Y bien: sobre esos cimientos se ha levantado el muro infranqueable de oposición al secesionismo. Lo mejor, lo más positivo que ha podido ocurrir,  algo poco frecuente en la historia de España, salvo en el 78,  que los líderes políticos, Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Iceta, Inés Arrimadas,... por encima de sus intereses partidistas se hayan puesto de acuerdo en aplicar el Art. 155 de la Constitución.

    Es muy de valorar el acuerdo entre PP y PSOE,  cuando Sánchez insultó a Rajoy, mal hecho, en aquel debate televisivo, cuando las tensiones aquellas a la hora de la investidura después de segundas elecciones, cuando se está aclarando todo el entramado de la Gürtel por una Fiscal que está acusando al PP de la  "caja B", del cobro de comisiones por adjudicación de obras, etc. (noticias aperturistas de telediarios si no hubiera sido el cisco catalán).  Es muy de valor dado el antagonismo, aunque vaya quedando anacrónico, y tópico, entre "azules" y "rojos" ( ahora de verdad, como nuestros pimientos, no son los del PSOE, sino los de Podemos y la CUP).

   De la rojería del PSOE, a pesar de las camisas a cuadros y de las chaquetas de pana de F.G., dejé de asustarme ( y no porque tuviera tierras)  luego, cuando la transición. Cuando aquel triunfo aplastante del 82, vi enseguida que los AP no iban a ir de obreros a  ordeñar las vacas a los del PSOE que ya tenían vacas.

    Más perdurables, en cambio, han sido los hábitos caciquiles, prepotentes y corruptos (sin que los del PSOE de esto último hayan estado limpios, ni mucho menos)  de los herederos de la vieja derecha, de lo cual en este pueblo tenemos (en lo de falta de democracia, prepotencia y corruptelas, que los de la "izquierda" nada hacen por combatir, buen ejemplo).

    Pues eso: que lo ocurrido es precioso, reconfortante. De verdad que ayer tarde Rajoy estuvo de "Chapeau". Si hasta el García Ferreras lo elogiaba. Los tres protagonistas, sobre todo Mariano y Pedro, que han refrenado los ímpetus de  Alberto e Inés (aunque los comprendo: hay que estar allí, y echarle los ovarios que le ha echado la Arrimadas estos días en el Parlament), han actuado con una prudencia, con una mesura, con un sentido común, admirables.

    ¡Gúen die!: después de escucharle a Campuzano en el Congreso, llamarle Falangista a Albert Rivera (lo típico de los cafres: cuando no hay argumentos, insultos), después de horas escuchando mentiras y demagogias en catalán durante horas, me van a permitir que ahora diga: !Ale!, los y las Puigdemont, Junqueras, Rovira, Forcadell, Ana Gabriel, el Rufián (¿dejará éste el Congreso de una nación extranjeras, y el sueldo, igual que el del brazo en cabestrillo, Joan Tardá y los otros veintitantos catalanistas?) a "silbar a la carrer", y sin los sueldazos.

     Y, ¿qué va a pasar ahora, habrá mucho follón callejero, revueltas,  destrozos? ¡Bueno!: algo habrá, pero creo, espero y deseo que no va a llegar la sangre al río. Que esto no va a ser la semana trágica de 1909. A comparar aquella y esta época, dedicaremos el próximo capitulo.

      Quizá como rechazo al nacionalismo vasco terrorista que tanto daño nos hizo, he ido aminorando ese sentimiento de nacionalismo español que tanto nos inculcaron en el nacional catolicismo. Ese sentimiento de pertenencia al clan, a la tribu, al pueblo (aquellas rivalidades entre los de Villarrín y Villafáfila, por ej., aquel tan mal mirar a los de Villalpando los de los pueblos próximos, de ahí la paliza en Villárdiga), creo no es propio de personas civilizadas.

      Ese "ser del Madrí", o "ser del Barcelona", que es para muchos hombres la ilusión de su vida, y por lo que discuten, riñen si se tercia, me parece un sin sentido. Se explica porque ha venido a sustituir a ese ancestral sentimiento de pertenencia a la tribu.

     Consonante: que no siendo un exacerbado nacionalista español, prefiero que siga entera, y que, esta mañana, escuchando en Lumbreras a Manolo Escobar, Cecilia, Monserrat Caballé y, sobre todo a Ana Belén ese precioso "España Camisa Blanca de mi esperanza", algo de cosquillas he sentido.
     
      Además, tengo tan buenos amigos del "Barsa"  que vaya tragedia si se independizan. ¿Con quién iban a jugar la liga?

viernes, 27 de octubre de 2017

RECORDANDO.


    Hoy hemos de recordar a  "Nisio, el Tarín". Dionisio González Boyano. Me sorprendió y entristeció cuando anoche  Sara me vino con la noticia. Creo no hacía tanto que lo había visto, como siempre, de paseo por la carretera de Zamora. o por el camino de Canillas. Como siempre tan menudo, delgadito, callado y  discreto. Tenía 83 años.

   A veces, me paraba a conversar  un poco con él, del tiempo, del campo, que era su afición. Era un hombre juicioso con quien se podía hablar.

   Y me pongo a recordar a esta familia de "los Tarines": Carmen, Avelino, Poli, Tomás, Nisio, Cuca, Acacio y Peque. Ocho, criados en la casica esa del "Juego Pelota", con el jornal, cuando lo tuviera, del padre, que murió joven. en los años de la posguerra. ¿Cómo subsistían? A base de trabajar desde niños en lo que pillaran, y de la caza. Tenían una escopeta y un burro. Gente laboriosa y honrada hasta dejarlo de sobra.

   Nisió trabajó de pocero, picando pozancones a pico y pala, de albañil, tuvo unas vacas, y crió, junto con Josefina cuatro hijas y dos hijos. Todos bien guapos. Descanse en paz.

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    Aunque fallecida hará ocho o diez días, quiero también recordar a Clara "la Pascua". Clara Álvarez Aínse De verdad que por esta mujer sentía ternura y admiración. Otra persona para la que, desde muy niña, la vida fue dura. Otro ejemplar de aquellas gentes humildes tan llenas, sin embargo, de valores humanos.

    Clara, que en el 36 debía andar por los doce años, sufrió el fusilamiento de su hermano Toribio. Ya desde entonces salía al campo con su madre a apañar todo lo aprovechable; cardeñas, amapolas, hierba para los conejos; ababanjas, cardillos, espárragos para vender por las casas; manzanilla al tío que venía a comprarla.

    Cuando cogían varias docenas de espárragos, el silvestre, autóctono, prácticamente desaparecido, iban con la cesta llena, andando, a venderlos al mercado de Benavente.

    Casada con Felipe Rabanales, de los "Rebulle", crió, con jornal de su marido, como mozo de año, lo recuerdo en casa de Vicente "el Pastor", cinco o seis hijos. Marcharon muy pequeños y  salvo, al menor, Angelito, no los recuerdo bien.

   La veía por san Francisco, tan enjuta y me parecía llevaba encima toda la carga de una vida tan dura. En sus últimos años, creo hasta los 96, se la llevaron las hijas a Madrid.

   Ya que no pude ir al funeral, reciban todos mi afecto.

jueves, 26 de octubre de 2017

DE CUANDO PASABA FRANCO.


      Ayer había de escribir el artículo mensual para "La Mar de Campos". No era cosa de hablar de Cataluña, de lo que tenemos hartazgo; no iba a hablar de la sequía, que bastante nos preocupa, y no lo podemos poner remedio; de la situación del pueblo, ¡buena gana!: cuando pasen los meses teniendo que ir "al caño", a lo mejor alguien reacciona. Por lo tanto tiré de archivo neuronal, para recordar al buen amigo  Boni "el Pedrín", y contar una de sus historias, de estas que sé le gustan a mis buenas gentes.

      Ahora, para que incluso la lean con más gusto cuando aparezca en papel, en la revista, la traslado aquí. ¡Que la disfruten!



                             DE CUANDO PASABA FRANCO.

               Boni “el Pedrín” era un labradorcico rapuchero. Labraba con un par de mulicas, que no daban la cuerda, dos quiñones a cada hoja en el “Monte de las Pajas”, unas cuantas viesas en el Raso, contra la raya de San Pedro, y dos cachos garbanceros abajo. También traía a medias unas veinte yeras de Federico el panadero, con la condición de que su hijo le  viniera de purridor en el acarreo.

               Todo el bálago de tan lejos, por lo menos desde la casilla de “los Campos”, a donde iban a parar los caminos de arriba, que estaba a cinco kilómetros, se traía a las eras por la carretera de Madrid.

               Todos los años, hacia finales de julio, y a primero de septiembre, previo repique del tambor, iba, por las esquinas, Miguel el “pregonero” echando el bando:

               “De parte del señor alcalde, se hace saber que mañana, sobre las once horas, pasará por nuestra villa su excelencia el generalísimo Franco. Por ello se manda a todo el vecindario que salga a la carretera para vitorear su paso. Igualmente queda prohibido el tránsito por dicha carretera general Madrid-La Coruña, a cualquier clase de automóvil, carruaje, caballería, ciclista o peatón, desde las dos horas anteriores, hasta después de su paso”.

               ¡Bueno!: pues ese día ya sabían los labradores del Raso que habrían de andar listos para echar el segundo carro, antes de las nueve.

               Y así, con esa prisa, anduvieron Boni  “el Pedrín” y Angelito “el panadero”. Como les había sobrado un poco de bálago de la trilla del día anterior, se dijeron: mañana echamos solo un viaje; aunque vayamos lejos, a “Tremesao”, saliendo a las dos de la mañana, andaremos bien.

               Con las prisas, y como era de noche, no ataron bien la rede. Cargaron el carro con buena barda y una morena más de la cuenta. Salía el sol cuando ya venían por  “Majalasllanas”, en esto que, en el trasteo del camino, se desata la soga y tuvieron parto, se les caen las dos bolsonas de los lados. ¡Qué avería! Hoy que pasa Franco, y nos toca volver a purrir casi toda la carga.

               La verdad es que el paso del Caudillo nos divertía a los muchachos: todo el trayecto desde el Pardo al Pazo de Meiras, era custodiado por un guardía civil cada quinientos metros de la carretera. La comitiva era espectacular: primero los motoristas con cascos, gafas como antiparras, chaquetones de cuero con cinto, del que colgaba el pistolón,  pantalones ajustados y botas altas, cabalgando en aquellas que nos parecían enormes “Sanglas”; luego ya no sé cuántos cochazos con banderines, cristales tintados que no se sabía muy bien en el que  iba Franco, salvo que se molestara, si veía mucha gente, en mover un poco la manita…

                Volvamos a nuestros acarreadores: al llegar a la “Casilla”, se dicen: “parece que no se ven guardias ni movimiento todavía”. Si tiramos por el camino de “Los Gallegos” nos lleva una hora más, y  vamos ya andar mal pa hacer la trilla y aparvarla en el día. ¡Venga!: vamos por la carretera y que sea lo que Dios quiera”.

               Venían andando procurando sacar del paso a las mulicas. El mastín del panadero al lado. Subían la cuesta “Carrancha” cuando llega el terrible motorista:

               -¡Alto!

               -¡Sooo!, dicen ellos. Sujetan a la mula delantera que se espanta de la moto.

               -¡No saben ustedes que está prohibido andar por la carretera!

               -¡Perdone usted señor motorista! Es que se nos soltó la rede y queríamos terminar hoy la trilla…

               Al  mastín no le estaba gustando nada la escena y empezó a emitir un gruñido amenazador, enseñando los dientes. Viéndolo el motorista tiró de pistolón y le pegó un tiro. El mastín cayó patas arriba, muerto en acto de servicio.

               -Pues si no queréis que haga lo mismo con vosotros, ya podéis salir de la carretera y tirar por ese camino.

               -¡Perdone usted señor motorista!, que ya vamos.

               Pues miren: a quienes vivimos aquello, ahora lo de Cataluña (la verdad es que la cosa está entretenida) nos parece un broma. Otra cosa es la sequía. Esto sí que ya empieza a ponerse serio. Y lo del arsénico, ¡na!. Eso lo resuelve en un pis pas el estadista.


               

domingo, 22 de octubre de 2017

¡Ay Dios mío!


     El viernes, en los pimientos, supe por Manola, la de Olegarín, que su amiga Leonisa se había roto una pierna y estaba en la residencia. Me producía mucha ternura ver a esta pareja, solas cada una en su casa, aunque Manola tenga a su hijas cada poco, no sin cierta dificultad, dar su paseo diario. ¡Además!: son tan buenicas mujeres.

   Hace mucho que no iba por  allí, así que hoy, decidí ir a Misa, y luego darle "el sonriente aeo" a quienes son capaces de disfrutarlo, Leonisa, entre ellas.

      La capilla está en obras. Me indican las "sores", muy amables, que pasé a la sala grande de visitas de la izquierda. Allí, ayudado por una monja, sobre improvisado altar, oficia don Primitivo. Unas cuarenta personas, la mayoría en sillas de ruedas y andador, seguimos la ceremonia. Todo de una  resignada decadencia.

    Ya, según salían, le digo algo a Amado y su madre, de Vega de Villalobos, en silla de ruedas. Luego me acerco a mi prima Carmen Gutiérrez Chimeno, (en el Chimeno está el parentesco) camina con andador, al lado de Visi Martín Chimeno. Ésta prima carnal de mi padre. Nació y vivió siempre en Zamora. La menor después de tres hermanos varones. Uno de ellos, Casimiro, era muy conocido en Villalpando, por ser uno de los jefes de Sindicatos. Venía mucho por aquí a informar de todo lo relacionado con la Seguridad Social, que se estaba implantando: afiliaciones, pago del sello del CLA (cartilla laboral agrícola), puntos de subsidio por hijos, etc.). Yo, antes de ser funcionario estuve unos años afiliado a la seguridad social agraria. Era mayor la ayuda que me daban por hjijos, que la cuota pagada.

    A lo que íbamos: Con éstas intercambié unas pocas palabras. Las veo relajadas, tranquilas, bien atendidas.

    Como han pasado algunos meses desde mi última visita, me encuentro con nuevas internas. Noto los estragos de la decrepitud en los que ya llevan tiempo. He de hacer esfuerzos para sobreponerme a la pena. Me conforta ese rayo de alegría que le doy a cada persona, devuelto con palabras o sonrisas gratificantes.

    Me acerco a una mujerica menuda con andador, a quien conocí joven, chispoleta, lista, trabajadora como un rayo:

     -¿Usted es la madre de Nina, de Cerecinos?


     -Sí, ¿y usted quién es?                               

     -De los aguardienteros. No se acuerda que le sacaba el orujo de un bodegón, detrás de casa, al final de la calle de "el medio"?


      ¡Ah, sí, usted es don Agapito, el Maestro! ¡Ay qué bien me lo paso con lo que escribe usted, que lo leo por la tableta!   ¡¡¡¡¡    !!!!! Y continuaron los elogios.

        -¡Pues qué alegría!   Ahora me marcho a escribir para usted                                                                                                                                                                                                                                        Camino al lado de Dora, la de Mariano el de Amadeo. La cabeza perfecta. Que raro es el día que no la visita alguno de sus hijos, y alguno de esos nietos y nietas tan guapos como tiene.


          Las que no han ido a la Misa en directo de don Primitivo, la oyen por la tele. Allí en primera fila están Angelita "la Curra", Consuelo la de "Pradera",   María , la del monte. A cada una le digo algo. Hay una señora grande, digna de buen aspecto, sentada como una efigie, que lleva desde septiembre. Me conoció y llamó por mi nombre. Recordamos unas cuantas cosas de su Cerecinos y de su familia: "los Chufas", Ella era la menor de las dos hermanas, casada con Felipe Movilla.


        Pena ver a Victor, aquel hombrón de Quintanilla que estuvo siempre en casa de Valdés y pasó de las mulas a aquel Barreiros mata tractoristas hasta que se jubiló. Lleva muchos años aquí. Andaba con Eulogio, el enano de Cotanes y con el chepa de su pueblo, toda la mañana por el pueblo. Visitaban a diario a Domingo "Pajalarga", quien hacía un alto en su constante trabajo en el huerto y majuelo, para bajar la bodeguilla y echar un clarete y unas rajas de chorizo.

      No quiero seguir citando la lista de los y las malicas. ¡Quien vio y ve a aquella y ésta, Palmira "la Tachuelera"..!, por ej.

      Visi Hidalgo, vecina por las puertas traseras y en el corral de al lado, en casa de don Ángel Cañibano. ¡Qué pena no poder comunicarse con esta mujer, trabajadora, inteligente, buena buena persona! Apenas si voceándola al oído oye algo: -"Yo muy bien, como siempre. Nunca he sabido lo que es un dolor de cabeza".                                                                                                                                                                                                                                                                                                 Con África recuerdo a su marido, "El Mellao" (Aurelio Núñez Espinaco, singular personaje villalpandino) al que enterramos durante el encierro del día 14 de Agosto.

       A Jesús "Carponte", a Neme, a Cecilio, a Agustín "Melón", con todos tengo un gesto de cariño.

       María Boyano, la del señor Severo, se fue en estos días.

       En la fila de atrás hay dos "jovencitas" de buen aspecto: Josefina "la Cartona", quien fue esposa de Genadio Feliz, y otra señora de la buena sociedad de Villamayor, "Cloti" hermana de Luis Díez Cantarino. La primera me dice que cuando se reponga de una caída, volverá a su piso de Valladolid.

      Con éstas mantengo estupenda conversación. Ambas fueron guapas y algo les queda. La Cantarino es soltera, y siempre ha vivido con Luis ,el hermano también soltero, un "play boy"  alternador en la Costa del Sol. Y, dice su hermana: -mira que con lo majo que ha sido toda la vida   (¡cierto!, alto delgado, vigotito, moreno chulo) y que nunca se arrimaba a ninguna chica, aunque le animáramos. Y ahora ya lleva tiempo con una que podría ser su hija (o su nieta, le digo ) bien buena y bien guapa. Me alegra, tenga quien le cuide, ahora que yo no puedo.

      Lo   que es el cariño fraterno: El Cantarino, cuya narración de sus ligues, nos ponía los dientes largos a los practicantes de la fidelidad conyugal, resulta que ahora para su hermana ha sido un san Luis Gonzaga.


     Disculpen esta que pudo ser lastimera crónica, termine con la sonrisa de amistad y afecto hacia los Díez Cantarino.                                                       

domingo, 15 de octubre de 2017

LOS CAÑOS.


     Cuando ahora veo, la mayoría siguen siendo mujeres, ir a buscar el agua para beber en garrafas de plástico, inevitablemente he recordado cuando íbamos a por todo el agua al caño. Como ya vamos siendo pocos los que recordamos aquello, deseo contarlo para quienes no lo conocieron.

     Las aguas subterráneas eran abundantes en toda la comarca, si bien, no tanto las llamadas artesianas, las que hoy diríamos potables. En la mayor parte de los corrales de las casas de labranza, a veces compartido para dos, o incluso para tres, había pozos. Solían ser de dos a tres metros de diámetro, y unos ocho de profundidad. Estaban empedrados, casi siempre con piedras del Raso o con areniscas de las Urnías.

     Su agua la empleaban para los animales, no así para beber y lavar la ropa, porque era mala y "cortaba" el jabón. También los había públicos para la gente más pobre. Recuerdo con sus brocales correspondientes uno en Santa María, en el callejón de la torre, junto a los pretiles; en la plaza de las Angustías, al que se cayó, por la feria, la mula de un trillero; a la entrada del paseo, a la izquierda, muy poco profundo y con piedra de sillares; en la plazuela de Argüello; en la calle Limpia, en San Miguel, en la plaza de Santo Domingo.

      Por referencias de los mayores, hasta que picaron los artesianos, el agua buena, la de beber era muy escasa. Habían de ir a buscarla a la fuente, cuyos restos aún quedan, junto al tejar de  Baltero, al suoroeste del pueblo. También había otros pozos, en el otro extremo, llamados el "Pozo Bueno" y el "Pozo de la Bomba", por detrás del actual polideportivo, en cuyos brocales, el roce de las cuerdas al sacar el agua, había hecho canales. Para lavar la ropa sé que iban a la laguna de la Comendadora y al río, cuando la corriente fuera limpia. Se lavaba muy poca ropa.

    Supongo que el agua de los pozos del pueblo era "mala" por la gran cantidad microorganismos en ella pululantes. Si estaban los muladares pegando a los pozos.

    Esa situación cambió totalmente cuando hubo medios para picar los "pozos artesianos" que, por pinchar en capas freáticas más profundas, extraían agua de mayor calidad.

     Éstos consistían, simplemente en ir hincando en el suelo una tubería de hierro hasta los quince o veinte metros. Montaban una cabria sobre la que se sustentaba un barreno manual. Iban haciendo hueco y metiendo tubos de tres pulgadas, roscados cada tres metros, hasta llegar a la vena, desde la que empezaba a fluir el agua por la boca del tubo. 

    La Gestora de Izquierdas, en sesión extraordinaria celebrada el 20 de marzo de 1936, "encargó de picar un nuevo pozo artesiano en San Pedro al pocero Damián González por un presupuesto de 4.415'30 pts., descontando la tubería propiedad del Ayuntamiento". Cantidad, en aquellos tiempos, muy considerable.

    Alrededor de la parte emergente del tubo construyeron una base de cemento y, sobre ella, y el tubo colocaron una sirenita, de la que partían tres chorros de agua. Bajo los cuales poníamos cántaros y calderos para llevar el agua a casa. 

     Aquel caudal era constante, de día y de noche. Anexo al círculo base, que tenía un reborde, construyeron un pilón, para que abrevaran los ganados, (de chaval yo era el encargado de llevar las dos mulas de casa y la yegüa  "a dar agua" al caño de San Pedro) siempre lleno y que vertía a la cava.

    Aquello, salvo el trozo empedrado de junto al caño, era un barrizal impresionante.

     Además del caño de San Pedro, el más concurrido, existía el caño de Santa María, en el camino del cementerio, donde después estuvo la báscula y del que creo queda algún resto, y el de San Miguel. Todos con pilón.

     El agua del caño de San Pedro sabía a hierro, por lo que deduzco que era ferruginosa. Salía a más de 20º , en el invierno se le veía humear   y se agradecía su calorcillo en las manos. En aquella heladas fuertes el pilón de San Pedro era el último en helarse.

     El agua de los caños de Santa María y San Miguel era mucho más fresca y rica.

     Se pueden imaginar, sobre todo por las mañanas y los lunes, día de lavaza normalmente, lo concurridos que estaban los caños. Las más pobres, o que vivían más cerca, cargaban con el cántaro al cadril y el caldero de la mano, aunque hubieran de echar varios viajes, hasta llenar el barreñón, la tinaja, el pote de la lumbre...; las de algunas casas que no tuvieran burro y sí cierto poder económico, utilizaban un carretillo de madera, rueda de hierro y dos o tres oquedades para sus respectivos cántaros.

     Cuando yo estaba en casa de Cossio recuerdo con qué garbo, por las "cuatro calles" llevaba Pepita "la de Torti" su carretillo aguador.

     En las casas medianas, o grandes, donde había burro, éste era el encargado del transporte. Sobre la albarda se le colocaban los cuévanos de mimbre con dos cántaros de cada lado. En el medio iba montada la aguadora. Incluso detrás podía ir montado un muchacho. Así lo hice muchas veces llevando el agua a casa de mi abuela Ana, desde el caño de santa María, acompañando a Margarita, "la muda", que no lo era tal, sino "lengua de trapo".

     Cuando a finales de los cuarenta comenzó la fiebre del cultivo de remolacha, se empezaron a picar pozos y pozas por todo lo "fuerte".

      Se llamaba poza a los pozos de menor profundidad, como los de toda la vida en las huertas, de las que se extraía el agua, primero con cigüeñales, después con norias, más tarde con motores. Con una de éstas se podía regar como medía hectárea de remolacha, máximo.

      En las tierras más grandes, de los ricos, picaban pozos. Eran de igual o mayor diámetro, los pozancones, pero mucho más hondos. Además en el fondo el metían un tubo artesiano. Con estos se regaban dos, incluso tres hectáreas. Para ello, por Canillas, se tendieron, sobre postes de madera, cables eléctricos, para los "motores" de riego. Se regaba por pie.

      Esa primera explotación de los acuíferos mermó el agua de los caños. Dejó de fluir por si sola, y empezamos a tener problemas de abastecimientos. Mi tía Lola, por ej., iba a lavar y a por agua al pozo de la finca de Ramoninche, que le pillaba relativamente cerca de casa, por la carretera de Madrid.

      No olvidaré el día que regresé a casa en junio de 1961, tras mis dos únicos meses de presencia en la Escuela Normal de Magisterio en Zamora. ¡ya había un grifo en la pila del fregadero de la cocina, con desagüe al corral..! ¡Agua abundante en casa!

     Ya no tenía que ir al caño, o comprarle el agua a Jesusín el "Huevero" o a "Pisabarros".

     Aunque lo de transportar el agua a casa era labor de mujeres, mozas en su mayoría, muchas de ellas criadas y estaba muy mal visto que los varones fuéramos al caño, hasta le podían a uno tachar de marica, servidor asumía ese riesgo. No iba a consentir que fuera mi tía.

     Ahora me marcho a llenar garrafas al pozo de los "Pinos de Quesada" y traer, de paso unos fréjoles. ¡Quién nos lo iba a decir!

         


                                                                                                                                                                               

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

lunes, 9 de octubre de 2017

COMENTARIO A LA INFORMACIÓN APARECIDA EN LA OPINIÓN EL CORREO DE ZAMORA DE HOY.


     

Villalpando lleva 12 años buscando soluciones al problema del agua.


Copio el titular, luego resumo las declaraciones del alcalde y las comento.

    Se me ocurre, lo primero, pensar que hay que ser muy incompetente para no encontrar la solución en doce años, cuando en otros muchos pueblos mucho más pequeños, en mucho menos tiempo, en meses, han solucionado el problema.

   Explica así su película el susodicho: -"que en el agua del pozo principal, el de Berrabueyes, ya en el año 2.005, (gobernando Carmen Allende), en cuatro analíticas consecutivas se detectaron más de 18 microgramos por litro, ug/L, (recuerdo que 10 es el máximo permitido) y no se tomó medida alguna". 

    A continuación de esa afirmación se contradice: -"Que en el año 2006-07, (obra iniciada por Carmen), se revistió el pozo, costó 22.000 euros, y se instaló una nueva bomba, otros 8.000 euros". Luego, aunque no fuera acertada, si se tomó una medida.

    Sigue diciendo: "- como los niveles de arsénico persistían en dicho pozo principal, se empezó a traer agua del pozo auxiliar, el de la carretera de Villamayor  (de ese nos estuvimos abasteciendo desde que llegó el agua a las casas en el año 1961, hasta que Carmen construyó el de Berrabueyes. Lo había picado, no sabemos con qué fines el Instituto Nacional de Colonización en el año 1957. Estuvo echando el agua por la boca durante muchos años), para mezclarla y rebajar el nivel de arsénico;  pero entonces surgió otro inconveniente, y es que en el pozo auxiliar aparecieron niveles altos de fluoruros (lo pongo en negrita porque es copia literal, y añado: ¿no se les ocurrió analizarla antes de traerla y mezclarla?)

      Pero encontraron una magnífica solución: " instalar un sistema de radio frecuencia para regular la mezcla  de los dos pozos, para que ésta se mantenga dentro de los parámetros permitidos". No sé cómo será ese sistema de radio frecuencia que detecte fluoruros y arsénico.

      Se lo explico: el de carretera de Villamayor le rebajaba el arsénico al de Berrabueyes, y éste le rebajaba el fluoruro al otro. ¡Cojonudo!: así ambos parámetros quedaban un poco por debajo de diez. Pero, ¿qué les parece si sumamos los dos?

      Luego los bichitos en el de aquí (si Berrabueyes estuvo toda la vida lleno de muladares), de ahí la lejía a espuertas y el pestazo a cloro.

     Luego sigue explicando las posibles opciones para solucionar el problema: picar nuevo pozo, mejorar el auxiliar, lo que costaría 120.000 euros, y montar un equipo de "ósmosis inversa", cuyo presupuesto dice es de 380.000 euros,  "lo que es inasumible para este ayuntamiento".

     Pues que eso lo han montado enTapioles, con nuevo pozo, dos depósitos, la leche, para unos cien habitantes; y en Villamayor están en ello. Y aquí, ¿ no podemos montar ese equipo? ¿No podemos obtener ayudas, como ellos de las administraciones? ¿No dice que tenemos no sé cuánto superavit?

   Pero, no nos preocupemos que el figura, "ahora trabaja para encontrar medidas urgentes e innovadoras que rebajen el nivel de arsénico".  ¿Y el de fluoruro?

    Lo que no ha solucionado en doce años, ¿lo va a solucionar ahora de la noche a la mañana?  ¡Pues ya es picardía no lo haya hecho antes, dada su gran competencia!

P.D.- Hasta hoy nada habían dicho en el periódico del fluoruro. ¿Será por qué, informado en la Diputación y en Sanidad, y analizada el agua) lo destapó servidor en el blog? Y, ¿no guardará relación el salto de la liebre arsenicosa con mis pesquisas por las Plazas de Alemania y Viriato? 

    

domingo, 8 de octubre de 2017

LA MANIFA


     Ayer el alcalde llamó al pueblo a la plaza para manifestarse en favor de la unidad de España, de la democracia y de la legalidad.

     La respuesta fue bien escasa, y no porque los vecinos de este pueblo no estemos en contra del independentismo catalán, sino como rechazo a un convocante que tiene, por su culpa, totalmente desunida a esta Corporación, que incumple las reglas democráticas y la legalidad

    -Unidad: de los nueve miembros del consistorio, sólo estaba él y el otro. Había una concejala fuera de la cabecera, a título particular.

    -Legalidad: todavía no ha mostrado a los siete concejales de la oposición, las cuentas de San Roque, que le fueron pedidas en el último pleno. Esa reticencia se debe a retrasar, cuanto más la constatación de que sobrepasan del 10% del presupuesto, motivo por el que suspendió el pleno en que se discutió, para tomar él todas las decisiones sin tipo de control alguno. 

      Democracia: ¿la de no respetar la decisión de la mayoría para suspender de forma presuntamente ilegal un pleno, y la de inadmitir, con dudosa legalidad, que no moralidad, la moción de censura de siete de los nueve miembros de la Corporación?

      ¡Cómo acudir a la llamada de un irresponsable que ha estado jugando con la salud del pueblo! Que no previno el viejo problema de la potabilidad del agua de consumo.

      Les copio las declaraciones de dos concejales responsables en La Opinión de hace tres días.
          -
   -"Los antiguos miembros del equipo de gobierno Laura Grande y José María González,  han declarado a este diario que "no se puede achacar el problema a la sequía, porque desde hace al menos un año los análisis venían reflejando niveles de arsénico muy próximos a los 10 micorgramos por litro, y no ha habido voluntad por parte del alcalde de remediarlo antes de llegar a este punto". El regidor y Grande, como teniente de alcalde, se reunieron en febrero en Zamora con el delegado territorial de la Junta, que ofreció los servicios de la sociedad pública Somacyl para estudiar la mejor solución posible, que probablemente pasaría por la colocación de filtros de carbono en uno de los pozos de sondeo, "pero a pesar de nuestra insistencia no se volvió a realizar ninguna gestión de este tema", afirman los dos concejales del PP".

      Y veremos si les muestra los análisis de los últimos seis meses, como le han pedido.

     No sé ya qué más puede pasar. Alguna decisión urgente es necesario tomar ya. Este individuo es un peligro público.

jueves, 5 de octubre de 2017

LO DEL AGUA.



  No me ha cogido de susto el bando de ayer tarde, advirtiendo de que no se consuma  para beber agua del grifo por exceso de arsénico.

   Desde hace muchos años sé que el agua del  pozo detrás del castillo tiene microbios coliformes, bacterias escheriichia cou y huevos de nemátodos, por encima del nivel permitido, lo cual se subsana echándole cloro; y  desde hace más de dos meses, informado en Sanidad de Zamora y en la Diputación, sé que el agua del pozo de la carretera de Villamayor posee una cantidad de Fluoruro por encima de 1'50 mg/L, valor máximo permitido para el agua potable. Lo que ocurre es que, como mezclan la de los dos pozos, en el conjunto desciende la cantidad de bichos (y los mata el cloro) y de fluoruros. 

    Para salir de dudas, como hace un mes, compré una botella en la farmacia, la llené del grifo y la llevé a analizar al Laboratorio SANILAB, que está en la Ronda de la Feria. Efectivamente: el nivel de fluoruros es de 1'43 mg/L, siendo el máximo permitido de 1'50 mg/L, como ya he dicho. En este análisis no miraron el nivel de arsénico. Éste ha sido detectado en la toma de muestras hecha por el Servicio de Sanidad, no sé si de forma rutinaria o a consecuencia de saber que un vecino de Villalpando andaba analizando.

      De todos los modos más  fluoruro de la cuenta venimos consumiendo desde hace años. Supongamos que lo del arsénico sea por la sequía, aunque ésta ya viene desde  la primavera, y, de cualquier forma, no ha sido el celo de la mini corporación quien ha descubierto el problema. ¡Qué peligro la prolongada situación de desgobierno municipal! Ya no sé qué ha de ocurrir para que haya una reacción.

     Las disculpas del bando del alcalde son vergonzosas: dice que excede en 0'5 ug/L (microgramos litros) el nivel permitido, que es de 10 ug/L, para luego afirmar que hasta 100 ug/L no hay problema para la salud.  Si las autoridades sanitarias prohiben el consumo humano por encima de los 10 ug/L, ¿de dónde saca el "artista", firmante del bando,   lo de que hasta 100 ug/L no hay peligro? Si es así, ¿por qué nos quitan de beberla? 

     Hoy ha llegado la primera cisterna. Viene de Zamora, de la Planta Depuradora que el Ayuntamiento de la capital tiene instalada en el río Duero, a la altura de Ifeza. Tengo seguro que de ese agua, por muy depurada que esté, según de escaso y sucio viene ahora el Duero, no voy a beber; y menos echada en un depósito sin estrenar, que han instalado donde estaban las Tenerías, para que puedan cargar los tanques de pesticidas los agricultores, no sé si gratis. Dada esta emergencia ahora es para que vaya quien lo desee a por agua al caño.

    Por último les aseguro que en el término de Villalpando tenemos agua potable, pura, requeteanalizada, sin bacterias ni arsénicos, fresca, bastante mejor que la del Duero, "que lavaron el puñal con que mataron a Diego. Que con el aire que lleva el tren.../

    

       

     

lunes, 2 de octubre de 2017

CONCHA "LA TOCINERA", UNA MUJER VALIENTE.


     Me encontré con Gaspara en "Las Cercas", y me lo dijo:  -Vamos a traer a Concha que se ha muerto hace un poco.

     De buena gana, aunque no tenga hijos, (sí bastantes sobrinos) que me puedan dar las gracias, voy a dedicarle un recuerdo, porque se lo merece.

     Aún no han puesto esquelas, o no las he visto. No las necesito, Mª de la Concepción Boyano Fernández de 96, más o menos, años.

     Han tocado a muerto en San Pedro. Unas cuantas personas me han preguntado: ¿quién se ha muerto?, así es como se corrían las voces antes, Concha "La Tocinera". El sobrenombre le venía por su madre, creo se llamaba Rosa, de la familia de los tocineros. Mataban cerdos y ese era su medio de vida. Su padre fue el señor Germán Boyano, "El Chano", a quien su nieto "Antón" es clavado. Vivieron  en la casa adosada a la iglesia de San Miguel.

    En las "Memorias de Andrés Vázquez", a quien salvó la vida, realizo una pequeña semblanza de esta mujer. Pag. 60,61.

     Resumo: En las vendimias de 1939, como casi todos los muchachos y muchachas necesitados del pueblo, fue a vendimiar a Prado, (otros iban a Cerecinos), a casa de Aquilino. Ella ya andaba con ganas de marchar a Madrid, hablando con el tal Aquilino, se enteró de que éste tenía un pariente en Madrid que era Director General de Prisiones, don Amancio Tomé, para quien le dio una carta de presentación.

    Con las cuatro perras de la vendimia, lo puesto y poco más, se plantó en la capital: coche de línea hasta Zamora y tren hasta la Estación del Norte. El don Aquilino la colocó, para la limpieza, en la prisión de mujeres de Yesaerías, atestada de prisioneras, de guerra la mayoría. Concha no pudo soportar tanta tristeza y tanta miseria.

    Volvió al don Amancio:  -¡Pues vamos a probar en el Hospital General!

      Era, como todos, un hospital de la beneficencia, para los pobres, que entonces lo eran casi todos los españoles. No existía la  Seguridad Social. Sí clínicas privadas al alcance de muy pocos. Ahí, además de la limpieza de los suelos, podría limpiar a enfermos. Recién acabada la guerra no "daban a bondo" a despiojar y desarnar a pobres, soldados heridos, enfermos.

    Aguantó. Fue aprendiendo con la práctica. Realizó un curso de enfermería, y lo fue, muy importante en el Hospital, ya denominado, "Gregorio Marañón".

     Años cuarenta y cincuenta, muy escasos los hospitales, incipientes, a finales de los últimos cincuenta los  de la Seguridad Social; para encontrar plaza en este tan importante de Madrid, era necesaria una fuerte recomendación. La gente de Villalpando acudía a Concha. Ella siempre pedía la ayuda para un tío, tía, primo,. prima...; un día el Director le dijo: ¿qué pasa?, ¿cómo es que tiene usted tanta familia en ese pueblo?

    Sabemos de bastantes personas concretas que recibieron auxilio gracias a Concha.

   Como era guapa y elegante se caso con un hombre apuesto, Tomás, quien conservó su buen aspecto hasta el final, y que, además, le daba gusto en todo, por eso, al jubilarse volvieron al pueblo, a pesar de que a él le hubiera gustado más seguir en Madrid.

   Aquí Concha, bien arreglada y peripuesta, salía a diario. Iba dejando por la calle de La Fuente un rasgo de perfume caro. Era buena cliente de todos los loteros. ¡Cómo esa era la ilusión de su vida, hacía bien, dado que no descuidaba ni sus necesidades, ni sus cuidados personales. Casi al final, pescó un premio de veinte millones de pesetas.

    La veía pasar todas las tardes en verano, junto con Deco y Cecilia.  Bastantes, me sentaba con ellas en la terraza del "Ideal". Me encantaban sus historias. Era vivaracha y con una memoria prodigiosa.

    En sus últimos años, en la residencia, se ha ido apagando poco a poco. No le han faltado atenciones ni cariños de sus sobrinas.

   Este es mi homenaje a una villalpandina valiente y caritativa.