lunes, 7 de agosto de 2017

EL PARTO DE LOS MONTES.



COMENTARIO AL COMUNICADO PUBLICADO HOY POR EL “AYUNTAMIENTO” SOBRE LA MODIFICACIÓN DEL ENCIERRO DE CAMPO PROGRAMADO PARA EL 14 DE AGOSTO.

            Comienza así:

            “Como en años anteriores, con motivo de las fiestas patronales de San Roque, el Ayuntamiento ha aprobado y programado la celebración de diversos espectáculos taurinos populares”.

            A lo largo del escrito la palabra Ayuntamiento aparece en nueve ocasiones: “el Ayuntamiento ha tenido conocimiento del malestar..”, “…no ha estado en el ánimo del Ayuntamiento molestar a nadie…”, “La voluntad del Ayuntamiento cuando programa los festejos…”. Así  seis veces más. La última: “De esta forma el Ayuntamiento intentará modificar la hora de este festejo, que se celebraría el día 14 de agosto, a las 18’30 horas”.

            Lo primero que se me ocurre es que este alcalde está aquejado de un delirio de grandeza comparable al del francés “Rey Sol”, Luis XIV: “L’Etat, c’est moi”, “El Estado soy yo”. En este caso: “El Ayuntamiento soy yo”,  y Dadito.

            ¿Cómo se puede decir que el Ayuntamiento, la Corporación, que la componen nueve ediles ha aprobado y programado…”, cuando en el pleno extraordinario convocado para ello, levantó la sesión sin efectuarse votación alegando que ello era de su competencia? Cuando no se ha celebrado pleno ni comisión alguna en que se trate, acuerde y apruebe el programa de festejos. Cuando siete de los nueve concejales encabezan la solicitud de firmas pidiendo el cambio del encierro campero del día 14. ¿Lo harían si lo hubieran ellos aprobado?

            ¿Por qué apelar constantemente al Ayuntamiento cuando ha excluido de cualquier prerrogativa a siete de los nueve miembros de la Corporación? Y cuando éstos se han desvinculado de cualquier responsabilidad.

            Cuando dice que “el Ayuntamiento intentará modificar la hora del festejo…”, ¿va a convocar un pleno extraordinario y urgente para ello?

            Luego, en cuanto a la legalidad, “Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares”, en que intenta apoyarse el comunicado no se tiene en pie.

            Primero porque de forma tradicional se viene incumpliendo. Así el Art. 2º en cuanto al maltrato animal. ¿No es lo normal que las reses del encierro, acosadas y perseguidas, aparte de los caballistas, por una turba de vehículos y acaben casi siempre muertas o medio?

            El Art. 6º, que reglamenta las condiciones del encierro, se incumple en su totalidad. Como es muy largo pueden buscarlo en google.

            El Art. 13º, relativo al “Director de Lidia” ordena que éste, novillero o banderillero que reúna las condiciones físicas y legales, sea persona bien visible y reconocible, para lo que ha de portar un brazalete azul, y estar presente en todos los festejos para auxiliar, proteger, dirigir las reses, etc. ¿Ustedes han visto alguna vez al del brazalete?

            En cuanto al Art. 22 con el que pretenden justificar el encierro campero en la mañana del día 14, dice, efectivamente, en su apartado segundo: que “cuando se vayan a utilizar las reses en otro día distinto, se exigirá un nuevo reconocimiento veterinario”.

            ¡Pues ya está!: si ese es todo el requisito, pues que haya nuevo reconocimiento veterinario.

            Como ese “reconocimiento veterinario” es preceptivo, también por esa ley, antes de cada festejo. ¿Va a haber un veterinario a las tres de la mañana, a las ocho, a las trece, a las diecisiete, durante cinco días seguidos?

            Y si es por eso de la continuidad en días seguidos para tener que soltar en el encierro el día 14 por la mañana (que sería igual de "legal" por la tarde), a los toros de los recortes, ¿qué pasa con las vaquillas de la verbena del día 12? Me parece que serán las mismas del “torito” de las mujeres del día 17.

            La enorme capacidad de “cara dura” nos asombra cuando en un párrafo se afirma: “La decisión de los horarios de los festejos se tomó hace unos meses, por todos los miembros del equipo de gobierno,...”  ¡Manda nenes!

            El colofón de tanta mentira es el párrafo final, el parto de los montes, la decisión:

            “De esta forma el Ayuntamiento (insisto: ¿los nueve?) intentará modificar la hora de este  festejo, que se celebraría el día 14 de agosto, a las 18’30 horas.

            ¿En qué quedamos? El condicional me descoloca. ¿Se celebraría o se celebrará?

            ¿Para cuándo una decisión definitiva?
           
           
           





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