viernes, 7 de julio de 2017

NECROLÓGICA



       Se ha muerto Juanitín, JUAN ANTONIO SINDE SAN PEDRO. Tenía 73 años. Pero ni aun enfermo perdió su aspecto juvenil.

      Ha luchado como un titán, no es cosa de llevar la cuenta, meses, algún año, que no lo veía pasar, que no me decía "adios" en la carretera de Quintanilla.

      Les aseguro estoy triste. A Juan, después de una vida de trabajo desde bien joven, le quedaban años para disfrutar de galgos, caballos, amigos, familia...

      Tengo muchos recuerdos de juventud, él casi tres años menor, era uno de los alegres muchachos que andábamos alrededor de Luci "el Tobo", en la OJE: competiciones deportivas, excursiones, horas en el "hogar" viendo la tele, haciendo gimnasia...

      Recuerdo una juerga importante en el Ayuntamiento de Tapioles, siendo alcalde Julio Álvarez. Puede que hubiéramos ido a jugar a la pelota. Palomo, Vicente, Jesusín el Huevero".. Estaríamos quince o veinte de Villalpando. Al acabar nos obsequiaron, en el salón de actos, con una pica pica y vino con gaseosa.

     Juan, recién licenciado de la legión, adonde creo fue voluntario, se sabía de memoria  el himno, "Soy valiente y legal legionario", "El novio de la muerte", "La Madelón"... ¡ Salado y habilidoso, qué prometedor era aquel muchacho..!

      Y no falló: fue un gran albañil, (no tuvo opción, ni falta que hacía, a otra cosa)  casi autodidacta.

      Les aseguro que, de todas las profesiones, la de albañil es la que más respeto y admiro. Si de alguien siento sana envidia es de quienes construyen casas. Es oficio duro y que requiere especialización e inteligencia. Su trabajo nos da cobijo, y, sobre todo, perdura, sobrevive a su autor. Juanitín ha dejado en el pueblo y en alguno del contorno excelencias de su  paleta y de su esfuerzo.

     Pili está joven, guapa, serena..,  recibiendo pésames con entereza. Ella ha sido su ángel de la guarda, su cayado, su todo durante la larga enfermedad.   Sus hijos han heredado el talante, la inteligencia: Juan Sinde es un artista del lengüaje irónico de la "escuela villalpandina!,  y Elizabet un ejemplo de tesón, de trabajo para formarse, adquirir cultura,  ser muy útil socialmente en la lucha contra la delincuencia.

     Como los hijos son continuación de la vida de los padres, vamos a quedarnos con este consuelo.



   

     

   

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