Nunca había
conocido una igual. Debe ser por lo del cambio climático. Después de la larga
sequía bien pronto, a mediados de septiembre, llegaron las primeras lluvias.
Después por san Miguel. Por el día del Pilar, con los 45 de esa noche, ya iban
unos ochenta mm. A los ocho o diez días, otra vez agua. Sobre mediados de noviembre levantó. Ya llevamos
más de una mes sin una gota. Entre borrasca y borrasca, el tiempo mimoso,
cálido para la época. Luego las nieblas. Todavía ayer, “Icholis”, micólogo
regalador, recolectó una cesta de setas de cardo. Nunca se había conocido un
otoño tan criador y setero. Apañando níscalos se ha sacado buen jornal. Algunas alfalfas han dado una corta, después de la grana, segadas por ensilado (bolas) a finales de noviembre.
Hemos tenido
suerte. No lejos oigo quejarse a los labradores de la sequía. Aquí están los
campos con la barriga llena. En las últimas, se veían ya algunos charcos, aunque
no escurrentía. Las lagunas y regatos, aunque llenos de vegetación, siguen secos.
Se ha
sembrado a placer. Todo reverdea que da gusto. Dejó terminar la sementera a los
más retrasados, tirar herbicida, arrodillar. Ahora se está arando de Adviento,
que es arada y abono al tiempo, las parcelas que se van a sembrar de girasol en
primavera, prácticamente todas las no sembradas en sementera de cereal, veza,
guisantes, alfalfas. El barbecho, en la mayoría de los pueblos, salvo en los “tradicionalistas”,
y cada vez menos, está desapareciendo.
En esta
labor de reblar, de alzar los rastrojos ahora, cada vez se utilizan menos esos
enormes arados de vertedera. En nuestra labranza ni siquiera teníamos de esos
arados. Tuvimos que comprar unos, sólo para arar, en terreno muy ligero, para
la remolacha. La mayoría realizamos laboreo vertical, sin el, que parece tan
bonito, dañino volteo.
¡Claro!: a quien
vea una tierra arada con vertedera, y otra con chisel, le parece mucho más
bonita la primera. Tan volteadito, tapado todo el empraderizado de este otoño…;
no sé da cuenta de lo perjudicial que es esa traslocación del perfil del suelo
laborable, en el que, toda la fauna y flora microbianas, según su morfología, ocupa diferentes
estratos, preferentemente los más superficiales; no se da cuenta de la suela de
labor que produce la rueda que va por el surco; no tiene en cuenta que los
restos de la cosecha anterior, la paja, tan necesaria para aumentar la materia
orgánica del suelo, para devolver el fósforo y el potasio extraído, es mejor
quede, medio tapada, en la superficie, para mineralizarse antes. Lo que me
sorprende es que no observen que las tierras aradas con vertedera se encharcan
mucho más que las de chisel, que se encharcan mucho más las de barbecho que las
de rotación. Me lo dicen los cazadores: en las tierras vuestras se pisa mejor
que en otras; están más en el aire.
La rotación
de cultivos, en la que por razones agronómicas y de rentabilidad, fuimos pioneros,
se está viendo favorecida, además por las nuevas normas de la PAC, que priman a
los cultivos de la alternancia, que obligan a tres cultivos distintos, al
menos. De la cumbre del clima, que ahora termina, van a salir acuerdos para que
la agricultura contribuya, aún más, a limpiar la atmósfera. Y, desde luego,
quemando gasóleo a lo tonto en labores tan costosas y abusando de los
fertilizantes, para suplir las malas prácticas, no se consigue.
En las
ayudas de este 2.015, noticia de hoy, se establecen los pagos acoplados a los
cultivos sumideros de carbono y fijadores de nitrógeno.
Primero:
REMOLACHA AZUCARERA, 521’32 euros/ha.
Segundo:
LEGUMBRES PARA CONSUMO HUMANO, 67’87 euros/ha.
Tercero:
PROTEAGINOSAS PARA CONSUMO ANIMAL (creo aquí entre, tanto las leguminosas para
grano, como para forraje: veza, guisantes, alfalfa…), 48’06 euros/ha.
Cuarto:
OLEAGINOSAS, girasol, colza, cártamo…, 38 euros/ha.
Como
conseguir la ayuda en remolacha que parece tanto chollo, no es nada fácil, lo explicaremos en el
siguiente capítulo, y sus efectos colaterales.
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