LA
OTRA HISTORIA DE VILLALPANDO. (IV)
¿Cuál
era el ambiente social en la villa a principios del siglo XX, cuando eran
jóvenes nuestros abuelos?
Si
atendemos a lo historiado hasta ahora,
dado que los de aquí se caracterizaron por su gran espíritu católico, el
gran número de cofradías, iglesias, sacerdotes y funciones religiosas, nos
lleva a pensar que, si esa religiosidad se correspondía con la práctica de los
valores humanos del Evangelio Cristiano, esto sería una arcadia feliz.
De
ese año 1.904 en que se celebró una fiesta solemne, a la que acudieron todos
los trece pueblos, con motivo del quincuagésimos aniversario de la proclamación
del Dogma de la Inmaculada Concepción, veamos lo que nos cuenta de su visita a
la “cabeza de partido”, Álvarez Buylla en su memoria :
“Es este pueblo la capitalidad judicial de
una comarca en donde la lucha entre los dos elementos personales de la
industria agrícola ha llegado a términos violentos, dando lugar a hechos en que
se ha manifestado bien claramente la pasión de unos y otros; si de haber
procedido con mayor mesura los patronos y la autoridad municipal, acaso no se
hubiera observado la actitud de retorsión que adoptaron los obreros, que es
justo apuntar también que no atentaron en ningún momento ni contra personas, ni
contras las propiedades de los patronos.
Coincidió el periodo
de agitación de la clase obrera en esta villa con el acentuado movimiento que
ha puesto en alarma a la capital de Castilla la Vieja a fines del otoño pasado.
Un día se
presentaron las mujeres en la plaza del Ayuntamiento pidiendo pan y trabajo, y consiguieron que el
alcalde las entregara, para calmarlas, 250 pts.
Poco
tiempo después las algarroberas reclamaron 5 reales de jornal (1’25 pts. Kilo
de pan, 0’40 pts.) , y como los
patronos se negaron a ello, insistieron las obreras en sus pretensiones, con
manifestaciones un tanto tumultuarias, viéndose obligado el Juzgado a proceder
criminalmente, y reduciendo a 30 a prisión, que duró pocas horas, porque de
acuerdo el Juez y el Jefe de la Guardia
Civil, las pusieron en libertad para evitar males mayores”.
Seguiremos
con el informe del catedrático ovetense, si bien antes, para recabar mayor
información que contarles sobre estos sucesos, necesito consultar los libros de
Actas Municipales de esos años. Todavía no pierdo la esperanza.
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