LA OTRA HISTORIA DE
VILLALPANDO. (III)
Copiamos
de la “Memoria” de Álvarez Buylla:
De Zamora, de Palencia, de
Valladolid, de León, (“Tierra de Campos”) de Ávila, de Toledo, noticiaban los
Gobernadores en los meses de Mayo,
Junio, Julio de 1.904, que, en muchos pueblos, los trabajadores del campo se
habían constituido en asociaciones de
resistencia; que habían pedido a los patronos aumento de salarios y mejoras de
las comidas; que en algunos se habían declarado en huelga; que en no pocos ésta
revistiera caracteres de violencia, coacción, amenaza…
Los males
venían de muy atrás: -“Un paro
estructural permanente, unas durísimas condiciones de trabajo, viviendas
propias de animales, miseria espiritual y corporal, manipulación política de
los caciques…” Una olla a presión
que acabó por reventar.
La
economía en nuestra comarca, como en casi toda España, se basaba totalmente en
la agricultura, y los pequeños oficios y servicios que de ésta dependían. En
todo el país, alrededor del 60 % de la población activa trabajaba en el campo,
cuando había trabajo. Calculo que el 70 % de todos los ingresos en metálico
procedían del trigo. El resto del vino y las ovejas.
Las
producciones medias, datos del año 1.905 y 1.906, fueron de “siete quintales (700 kilos) métricos por
hectárea”. El precio: 11’25. pts la fanega. Igual a 0’26 pts/ kilo.
El
jornal medio de un bracero, en Villalpando, era de 1’75 pts diarias, a seco. A
mantenido de la mitad. Justo el valor de algo más de seis kilos de trigo.
Era
aquella una agricultura rudimentaria, basada totalmente en la mano de obra.
Como consecuencia de las huelgas comenzaron a aparecer las primeras segadoras,
con ruedas de hierro, tiradas por mulas que, dado que se sembraba todavía a cerro,
no daban más que averías.
No existían
otras máquinas: ni sembradoras, trilladoras, aventadoras…; eran desconocidos
los abonos minerales…
El
precio del trigo se estancó, subían los alimentos.
Este
era el presupuesto de una familia de dos hijos menores:
Dos
kilos de pan. . . . . . . . . . . . 0’80 pts.
Medio
litro de aceite. . . . . . . . 0’45 pts.
Una
libra de patatas. . . . . . . . 0’08
pts.
Verduras.
. . . . . . . . . . . . . . . . 0’05
pts.
Bacalao.
. . . . . . . . . . . . . . . . . 0’20
pts.
Casa.
. . . . . . . . . . . . . 0’16 pts.
Lumbre.
. . . . . . . . . . 0’15 pts.
--________________
TOTAL. . . . . . . . . . .
. 1’89 pts.
Compárese
con el valor de un jornal. Cuando lo había.
Pero:
¿todos los patronos vivían a costa del sudor del obrero?
No,
ni mucho menos. Salvo las cinco o seis familias de “señoritos”, todos los demás
labradores, más o menos, trabajaban. Cierto que los de par de mulas con tierras
propias podían permitirse el tener “mozo de año”, y ayudar, si acaso, en
sementera, verano. Aun así, dado que predominaban las labranzas medianas y
pequeñas, los miembros de estas familias, padre, hijos (las mujeres también
ayudaban en recolección y vendimia) bregaban en el campo.
Ocurre
que, dado que aquella agricultura requería tanta mano de obra, raro era el
labrador quien no había de contratar segadores y agosteros. Con lo cual ya era
también patrono, y hacía causa común con los más pudientes.
La situación era mala para todos, salvo para
los “cuatro ricos”. De forma coloquial cuento que éstos, cuando el trabajo era
duro, penoso, esclavo, no superable físicamente por los más débiles, ellos no
trabajaban; cuando la alimentación era deficiente, escasa o nula, los ricos
tenían llenas las despensas; cuando el pobre, el jornalero no tenía para
medicinas, los ricos sí, y médicos y clínicas, nada que ver con las de ahora,
que no les libraban del “cólico miserere”, como sé de varios ricos jóvenes;
cuando los ricos llevaban chaleco, botín, corbata y sombrero el pobre pana,
remiendos, harapos; mientras unos vivían en casuchas inmundas, otros en grandes
casonas.
En
medio el colchón de la clase media, los números labradores que hemos citado,
quienes bregaban tras el arado y, aunque sólo comieran pan, garbanzos, huevos,
tocino…, no pasaban hambre, mientras que sí muchos jornaleros.
En
próximos capítulo contaremos las peripecia de la protesta y la rebelión obrera en nuestro pueblo.
º
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